El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) ha destacado que los egresados de carreras técnicas cuentan con mejores oportunidades de empleo y mayores tasas de empleabilidad inicial. Este fenómeno responde a la alta demanda de perfiles técnicos en sectores clave de la economía peruana. Sin embargo, el país enfrenta un déficit significativo en la formación de profesionales técnicos.
Según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Perú necesita aproximadamente 300 mil profesionales técnicos cada año, pero solo 100 mil logran egresar anualmente. Este déficit se ha visto parcialmente mitigado con un aumento de más de 15 mil estudiantes en educación superior no universitaria durante el primer trimestre de 2024. A pesar de este avance, la brecha entre oferta y demanda sigue siendo significativa, lo que subraya la necesidad de reforzar la educación técnica para impulsar el desarrollo económico del país.
La alianza entre empresas e instituciones educativas
Ante esta situación, promover alianzas entre empresas e instituciones educativas se presenta como una solución viable. Estas colaboraciones pueden ofrecer a los jóvenes una educación técnica de calidad y facilitar su inserción en el mercado laboral. En este contexto, el programa Technical School, desarrollado por SENATI en alianza con la empresa SIDERPERU, es un ejemplo destacado.
El programa ofrece becas completas para dos carreras técnicas, permitiendo a los estudiantes realizar prácticas profesionales durante el último año y medio de estudios. Esta iniciativa no solo brinda formación académica, sino también la oportunidad de adquirir experiencia laboral, favoreciendo el crecimiento profesional y personal de los participantes.
Un caso de éxito: Jean Cabrejos Rojas
La historia de Jean Cabrejos Rojas es un ejemplo inspirador del impacto de la educación técnica. Jean creció en un entorno donde la pesca era la principal fuente de sustento, pero buscaba un camino diferente para su vida. Gracias a una beca del programa Technical School, Jean pudo estudiar Mecánica Industrial y transformar su destino.
Tras completar sus estudios, Jean se unió a SIDERPERU, donde ha trabajado durante 22 años en diversos departamentos, incluyendo Comercial, Logística, Marketing, Innovación y Transformación Digital, y Suministros Metálicos. Actualmente ocupa el cargo de Coordinador de Centros de Acopio para las sedes de Lima, Chiclayo y Arequipa. Su trayectoria profesional es un testimonio de cómo la educación técnica puede abrir puertas y crear nuevas oportunidades.
La educación como motor de cambio
La experiencia de Jean Cabrejos demuestra cómo la formación técnica puede superar barreras económicas y sociales, permitiendo a los jóvenes construir un futuro más prometedor. Además de su especialización en Mecánica Industrial, Jean adquirió habilidades complementarias, como inglés y computación, que ampliaron sus horizontes profesionales.
“Si no hubiera llegado a Technical School, mi vida sería muy diferente. Este programa de formación profesional técnica me dio las herramientas para prosperar, apoyar a mi familia y crecer en todos los aspectos”, comentó Jean con orgullo. Hoy, su historia inspira a otros jóvenes de Chimbote que buscan alternativas para superar los desafíos de su entorno.
Technical School: Transformando vidas y comunidades
Desde su creación, Technical School ha graduado a más de 1,000 estudiantes, de los cuales el 30% son mujeres. Este programa ha demostrado que, con acceso a educación técnica de calidad, es posible cambiar el rumbo de vidas individuales y contribuir al desarrollo de comunidades enteras.
El éxito de iniciativas como Technical School refuerza la necesidad de replicar este modelo en otras regiones del país. La formación técnica no solo cubre la demanda laboral inmediata, sino que también impulsa la innovación y fortalece la economía local.
Reflexiones finales
La educación técnica en Perú enfrenta retos significativos, pero también ofrece oportunidades únicas para transformar la vida de miles de jóvenes y fortalecer el desarrollo económico del país. Casos como el de Jean Cabrejos demuestran que, con las herramientas adecuadas, es posible superar las barreras y alcanzar el éxito.
Programas como Technical School no solo benefician a sus participantes, sino también a las empresas y comunidades que apuestan por la formación técnica como un motor de cambio. En un contexto de creciente demanda de perfiles técnicos, es crucial seguir promoviendo iniciativas que unan a empresas, instituciones educativas y el gobierno en un esfuerzo conjunto por cerrar la brecha de habilidades en el mercado laboral.